Feliz año nuevo!
En este breve post te propongo aprovechar el comienzo de año para marcar el tono y las cualidades que quieres que predominen en los doce meses que tienes por delante.
La forma en que se comienza cualquier empresa determina en gran medida el resultado. La manera en que te levantas por la mañana, y lo primero que haces, a menudo marca el estado de ánimo para el resto del día. La manera en que comienza una relación, a veces es determinante para el desarrollo de la misma. Como dice el refrán :»Lo que bien empieza, bien acaba».
Pues bien, ahora, en el comienzo de este nuevo año, tenemos la oportunidad de definir el caracter para el resto del año. Marcar el tono, definir en que aspectos de tu vida te quieres enfocar, establecer tus prioridades, establecer que facetas quieres trabajar.
Para ello es importante que te plantees dedicar tiempo para sentarte en silencio y meditar. Que conectes con tus necesidades, fomentes la escucha interior y afines la conexión con tu corazón. De esta manera será más sencillo encontrar aquello que tu alma te pide trabajar.
Quizá uno de los propósitos mas nobles que podamos tener sea el de ayudar a los demás. En un mundo egoísta, en el que prima la satisfacción personal ante todo lo demás, quizá podemos proponernos realizar un servicio hacia los demás, olvidándonos por un rato yo, lo mío, para mí…
¿Te imaginas como sería realizar algo bueno para los demás cada día, durante los siguientes 365 días?
He empezado el año en las maravillosas islas del sur de Tailandia… un paraíso. Siento agradecimiento por la bención de poder estar aquí… Cuando recibes tanto, de alguna manera te sientes obligada a dar algo a cambio…
Me estoy dando un baño en la piscina del hotel cuando una preciosa mariposa cae al agua y empieza a aletear para sobrevivir. Sus alas de colores están mojadas y no le permiten volar. Con cuidado la saco del agua y la dejo secar bajo el sol. Parece muerta, pero me fijo y veo que una de sus antenas se está moviendo. Al rato sus alas se secan y se empiezan a mover… en pocos segundos remonta el vuelo. !La he salvado!. Es una simple mariposa, pero para ella su vida es lo único y más grande que tiene.
Este pequeño gesto me hace sentir muy feliz. ¡he salvado una vida!, y en esos momentos no calculo si es una vida pequeña, mediana o grande… una vida es una vida.
Me despierto el día 2 y estoy desayunando en el hotel, en una terraza de bambú con vistas al océano. Una de las empleadas del hotel está cocinando unas deliciosas tortitas. Tiene que cocinar para un montón de gente, y aún así, prepara cada tortita como si fuese la única que tuviera que hacer. Me acerco a darle las gracias y decirle que están deliciosas. Me sonríe.
Pienso en lo fácil que es hacer algo cada día por alguien, aunque sólo sea un pequeño gesto, pero ese gesto, nunca sabemos lo que puede significar para esa persona.
Aún recuerdo un momento muy duro para mí. Estoy en el pasillo de un hospital llorando desconsolada. El mundo se me ha caído encima. La persona más importante de mi vida, mi faro, mi guía, mi apoyo, se está yendo poco a poco, y yo me quiero morir también.
Por el pasillo se acerca un grupo de gente. Son una familia gitana. Una chica me ve, se me acerca, no me dice nada. Tan sólo me toca el brazo y siento cómo lo aprieta mientras me mira a los ojos transmitiendome apoyo, compasión, compañía. Alguien le dice: «déjala, no la molestes»… y entonces me suelta. No puedo hablar, pero me gustaría decirle GRACIAS. Han pasado ya diez años y aún siento agradecimiento hacia esa extraña.
Hacer algo por los demás es fácil. Puede ser una llamada a esa persona que sabes que está sola. Un gesto de apoyo a un desconocido, donar dinero a una asociación, compartir tu tiempo con quien lo necesita… Pero lo mejor de todo, es que es muy satisfactorio, y nos saca por un momento de nuestro mundo egocéntrico. Por un momento, el universo deja de girar en torno nuestro, y eso también es una liberación.
Te deseo un feliz año, y te animo a compartir tus propósitos conmigo. Me encantará leerte!